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INICIATIVA LOCAL DE PAZ: 

 

VIOLETAS CONSTRUYENDO PAZ-ES

 

Uno de los logros de las iniciativas locales de paz fue luchar contra el imaginario que sitúa las negociaciones de la Habana y la paz en un terreno lejano en el cual pareciera que la ciudadanía no cumple ningún rol.  La movilización social que generaron las distintas actividades dejó ver como la paz es un proceso que nos incumbe a todos y significa, además de una oportunidad, un reto que nos llama a nosotros como sociedad colombiana a participar en la construcción de este nuevo país en paz que se está tratando de formar. 

 

 

 

 

En este caso fueron las mujeres quienes utilizaron la iniciativa para crear espacios de participación  en los cuales se buscó fortalecer la interiorización de la paz como una manera de actuar y pensar que va más allá de un discurso.  Fueron 18 lideresas de organizaciones y colectivos de la localidad las que acudieron a discutir la convivencia, la construcción conjunta, la paz desde el ser, la historia y cultura de violencia, el compromiso social y demás elementos que lograron generar una reflexión en las asistentes a cerca de lo que vendrá con la posible firma de los acuerdos y lo que debe hacer la sociedad, tanto como colectivo y como individuos, para estar preparada. 

 

Al final fueron más de 100 personas las que terminaron recibiendo las enseñanzas de los talleres mediante la réplica de las mujeres en sus distintas organizaciones. La iniciativa dejó claro que, como ellas mismas lo dijeron, “no es suficiente hablar de paz sino construir una cultura de paz en donde indiscutiblemente el papel de la ciudadanía activa y la participación de las mujeres son pilares fundamentales para hacerla posible.”

Acudiendo a este llamado, la iniciativa de Teusaquillo optó por el empoderamiento social desde una perspectiva femenina como eje de su iniciativa.  Entendiendo la importancia de la participación ciudadana, la iniciativa plantea un reto gubernamental igual de importante: ampliar la democracia.  De nada servirá una población preparada para la paz, con ganas e ideas que aportar, si no se abren los espacios para que pueda incidir en la construcción de nación.  La falta de estos espacios ha sido un problema estructural y recurrente dentro del sistema democrático colombiano y en parte es causa de la guerra a la cual hoy se le busca poner fin.  De aquí la importancia de los suscrito en el punto sobre participación política acordado en la Habana que plantea un empoderamiento de los movimientos sociales y la población en general para garantizar una paz integral y sostenible. 

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