Bogotá, según la Alta Consejería para los derechos de las víctimas, la paz y la Reconciliación, cuenta con un total de 617.033 víctimas del conflicto entre su población. El desplazamiento forzado, el miedo, la falta de oportunidades y demás problemáticas derivadas del conflicto han impulsado u obligado a las personas a buscar nuevos comienzos en las grandes urbes del país. Entre estas, Bogotá emerge como la ciudad con el mayor número afectados.
El problema ha sido que al llegar a la ciudad, se encuentran con una situación similar de falta de oportunidades y de relacionamiento violento. Esta es una realidad que el distrito y el país deberán asumir y enfrentar para hacer sostenible la vida en las ciudades tanto para aquellos que llegaron desplazados por el conflicto como para los que llegarán de otros lugares del país al firmarse la paz.
Distintas iniciativas han buscado abrirle el espacio a la víctimas para expresar sus problemáticas y buscarles solución. En Usaquén, por medio del trabajo conjunto entre la Alcaldía de Bogotá y agencias del estado en el 2015 se crearon la Mesas locales de participación efectiva de víctimas y el Comité local de Justicia Transicional.
La iniciativa de paz propuesta en Usaquén buscó potenciar el trabajo de quienes integran estas colectividades de trabajo para establecerlos como “Agentes de Paz” capaces de liderar a la comunidad en el proceso de transición hacia la paz.
Mediante talleres que enfatizaron la participación activa de sus asistentes se logró capacitar a 50 personas procedentes de distintas organizaciones locales que representaron a las comunidades campesinas, afro, LGBTI, jóvenes, de víctimas, entre otras. En conjunto con profesores de la Universidad del Sinú se plantearon enseñanzas que giraron alrededor de la solución de conflictos, la comunicación asertiva y el liderazgo social.
La misión de estos nuevos lideres será replicar sus conocimientos entre sus organizaciones y entornos para generar una comunidad capacitada para la paz. Con esto se busca generar una mayor participación ciudadana en los distintos procesos establecidos en los acuerdos como la comisión de la verdad, el sistema de justicia transicional y el reconocimiento de los derechos de las víctimas. Entendiendo que la veeduría e involucramiento activo de la sociedad civil es indispensable para una paz integral y verdadera, que vaya más allá del papel, Usaquén se la jugó por la educación como herramienta de paz.
INICIATIVA LOCAL DE PAZ:
AGENTES DE PAZ


