De la mano con la Fundación Valora, la localidad de Usaquén optó por darle un nuevo significado a una actividad ya cotidiana en el país, el fútbol.  Lo que para muchos es un simple pasatiempo, en esta localidad se convirtió en una fuerte herramienta de paz y transformación social. 

 

En un espacio donde  los altos grados de violencia, la falta de valores y la intolerancia de las pandillas, las barras bravas y las fronteras invisibles ha permeado en la comunidad y sobre todo en sus jóvenes, es necesario fortalecer herramientas que busquen un cambio en la mentalidad de quienes serán el futuro de la comunidad y los encargados de la sostenibilidad del pos conflicto. 

 

Por esto, talleristas, padres y madres de familia, niños, niñas y adolescentes le dieron un nuevo significado al fútbol como herramienta para promover la resolución pacífica de conflictos y el reforzamiento de valores entre la comunidad. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La iniciativa consistió en un trabajo conjunto con escuelas locales de fútbol para volver a las bases del deporte, sus valores.  De esta manera se impulsó un acompañamiento ético a las enseñanzas técnicas que se dan en estas escuelas y se realizó un trabajo de seguimiento que consistió en un torneo al estilo de la Fundación del Barcelona “Futbolnet” que se fundamenta en el lema “Quien tiene valores gana.”

 

Con la iniciativa, las escuelas de fútbol se volvieron, además, escuelas de paz, donde no vale solo ser buen jugador sino también ser buen amigo, vecino, compañero y ser humano.  Con este enfoque, más allá de lo que cambió en la cancha, lo que se buscó fue volver a estos jóvenes futbolistas en pilares a través de los cuales se puedan canalizar valores de paz hacia sus familias, amigos y entorno para así construir un cambio duradero y una comunidad cohesionada, incluyente y lista para la paz.