En Ciudad Bolívar, organizaciones piden frenar minería y batidas ilegales, así como fortalecer participación ciudadana
Bogotá, septiembre de 2015. Las madres de Soacha aún lloran a sus hijos. Los 19 jóvenes asesinados por militares, a los que desaparecieron y luego presentaron como subversivos muertos en combate a comienzos del 2008. A través de la obra de teatro “Antígonas, tribunal de mujeres”, dos de estas madres, reivindican su derecho a la memoria y exigen verdad, justicia y garantías de no repetición.
En el auditorio principal de la Casa de la Cultura de Ciudad Bolívar, dos de estas madres dejaron escuchar su grito de rabia y de tristeza por la pérdida de sus hijos, ante un auditorio de más de 130 personas, entre líderes y lideresas, pertenecientes a organizaciones sociales de Ciudad Bolívar, a quiénes presentaron esta Obra de Teatro, dirigida y creada por la Corporación Colombiana de Teatro, en la que participan artistas y víctimas, en el mismo escenario.
Con el grito de estas madres, se dio inicio al Encuentro Territorial de Paz de Ciudad Bolívar, realizado el sábado pasado, y que reunió a delegados de organizaciones sociales y de base de la localidad, quiénes pudieron debatir sobre el impacto que tendría para su localidad la firma de los acuerdos de La Habana, Cuba, en el marco de los Diálogos para poner fin al conflicto armado entre las FARC y el Gobierno Nacional.
Todos los asistentes al 6to Encuentro Territorial de Paz coincidieron en que lo que se negocia en Cuba, es relevante para la localidad, una de las que más desplazados reciben anualmente a causa de la guerra, y cuyas problemáticas sociales están asociadas, directa o indirectamente con el conflicto armado.
“En nuestra localidad tenemos problemas de inseguridad, riñas, robos, homicidios, y limpieza social. Llegan cada año personas de todas partes del país desplazadas o buscando una mejor vida, y eso ha traído problemas de convivencia y falta de tolerancia, así como mucha pobreza, y falta de oportunidades para nuestros jóvenes, lo que los lleva a delinquir”, explica una de las lideresas del sector, quién ha perdido dos hijos en los últimos dos años a causa de la violencia urbana en Ciudad Bolívar.
Los asistentes al Encuentro, también expresaron que los jóvenes están siendo asesinados en la llamada “limpieza social”, y que las batidas ilegales por parte del Ejército han aumentado en el último año.
Participación y Medio Ambiente: claves en Ciudad Bolívar
A pesar de estos conflictos, Ciudad Bolívar se caracteriza también por ser una localidad con amplios y antiguos procesos organizativos, con un importante liderazgo de los jóvenes y las mujeres.
En ese sentido, Gloría Flórez, Secretaria Distrital de Gobierno, resaltó los procesos organizativos de esta localidad y afirmó: “Ciudad Bolívar es la localidad donde quizá mayor esfuerzo social se ha hecho, ya que existen procesos organizativos desde la década de los 60` que hoy florecen. Nos llegó la hora de apuntarle a la paz, de articular estos esfuerzos que hemos desarrollado en las localidades. Desde la Bogotá Humana, concebimos la paz como la generación de espacios para la inclusión, romper la segregación, y fortalecer lo público para no estar a merced de los intereses privados. También le apostamos a una ciudad que cuida la vida de todos los seres vivos y respeta el Medio Ambiente”.
Durante el trabajo en mesas, los líderes y lideresas identificaron además de problemas de inseguridad, problemas asociados a la contaminación y el daño al medio ambiente, por la explotación minera de megaproyectos realizados en la localidad, así como la contaminación de las fuentes de agua, en especial del río Tunjuelo.
Ante este panorama, los asistentes coincidieron en que la falta de confianza en la institucionalidad limita la participación ciudadana, lo que ven como una de las principales falencias de la localidad. “En esta localidad la cultura política local sigue siendo débil y mucha gente sigue vendiendo el voto por un tamal, una sudadera, o un paseo”, concluyeron en una de las mesas.
Además, hicieron sus propuestas, entre las cuales estuvieron: la necesidad de involucrar a las organizaciones sociales y a la comunidad en toda la fase de diseño, implementación y evaluación de proyectos sociales y políticas públicas, la puesta en marcha de un mandato ciudadano que defina las agendas locales, la elección de los alcaldes locales por votación popular, un plan de ordenamiento territorial, empleo y educación para los jóvenes, y políticas con enfoque de derechos humanos.